Como habrás podido leer en ¿Quién Soy? sabrás que no soy ningún profesional titulado relacionado con la salud de la piel o cosmetólogo, solo una persona que le gusta leer, investigar, cuidarse en general, sin obsesiones, pero constante y escuchando al cuerpo.
Creo que es importante destacar que mi tipo de piel es mixta-deshidratada. Es verdad que no he tenido grandes complicaciones. Como la mayor parte de los adolescentes, he tenido acné y lo fui reduciendo poco a poco con productos de “tratamiento” que a día de hoy pienso que no fueron los más adecuados, obtenía resultados a corto plazo pero no eran los más óptimos a largo plazo.
Quitando estos cambios hormonales normales de cualquier adolescente, no requería productos específicos ni muy especialistas para que estuviera bien, sobre todo en mis inicios de la adultez tenía la piel tersa, algo brillante con poros marcados, algún granito que otro de cuando en cuando, pero sana al fin y al cabo. Ningún producto me fue mal (¡bendita época!).
Con los años, se ha acentuado más la zona T (mejillas normales) y la deshidratación en la piel ha sido mi constante. Así que me ha tocado investigar, en otras ocasiones prueba y error y así empecé a entender poco a poco qué es lo que necesitaba, cómo reaccionaba mi piel y en qué tipo de productos e ingredientes podía encontrar lo que buscaba.
Eso sí, milagros no he encontrado para volver a tener la piel angelical, luminosa y suave como la de un bebé.